Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

viernes, 19 de abril de 2024

02. La brisa de abril. Julián Rumbero

  Papá siempre les hablaba para despertar su curiosidad. Les dijo que cada uno era un mundo formado originariamente dentro de otro mundo. Y le buscaban las cosquillas en el cuello, al norte, y en el sur de las plantas de los pies. O al este y al oeste, entre las costillas. Mamá también se hacía mar y entre los cuatro puntos cardinales bogaba su proa, siempre sonriente y de mejillas encarnadas.

Cuando al abuelo Juan olvidó nombres o leía al revés las agujas del reloj, papá les dijo que un viento terrible le había dado la vuelta a sus pensamientos dejando un revoltijo en el cerebro. Así que, en los días de ventolera, los niños se apresuraban en cerrar bien las ventanas, para evitarle las corrientes; lo abrigaban porque el frío también es un mal aire y le calaban la boina que unos amigos le regalaron en Toulouse.

Pero con la brisa cálida y suave, los nietos se apresuraban a poner a su abuelo bien de cara, ya que así recolocaría el desorden cerebral y las fechas volverían al calendario debido y los lugares a la geografía adecuada.

Y a veces el abuelo Juan decía correctamente al menos uno de sus nombres y todos los hermanos lo celebraban como si fuera su propio nombre. Era el milagro de abril.


lunes, 1 de abril de 2024

01. Frío. Epífisis.

Este café no sirve ni para calentar mis manos, mientras los demás, con sus abrigos y culos gordos no paran de comer.

No me prestan atención, pasan a mi lado como si no existiera. Tres horas en la calle con el frío que hace y no he sacado 69 centavos para cenar, me cago en la Navidad y en el pavo. La nevada en Reno este año de 1963 ha sido muy dura, por eso mismo tendrían que ser más compasivos.

Mañana seré yo quien ría, cuando lean en la prensa la aparición de un nuevo cadáver, otro niño de la calle. No descansaré, fueron muchos los que se burlaron cuando yo era pequeño y se mofaban de mi cojera.

Con lo que saco y por medio dólar, estos mozalbetes se me acercan en el metro y en los recovecos de los túneles me quieren, algunos, los menos, me desprecian y más pronto que tarde pagan por ello.

Como el mendigo de esta mañana en los urinarios, le he cogido del brazo y ya dentro del váter he cerrado la puerta, se ha revuelto con furia, me ha golpeado, se ha reído y me ha gritado  

 –  ¿Y eso? - …….

Fue lo último que dijo.

 



Abril: frío y sus derivados

Este mes toca tiritar, helarse, aterirnos de frío. Vamos a girar las historias alrededor del frío, de lo glacial, de la necesidad imperiosa de ponernos al abrigo de una estufa, de un buena manta.

Como este mes ha empezado con pocos grados, no nos será difícil ponernos en situación para inventar relatos. Sólo hay que asomarse a la ventana y ver la sierra, blanca y apacible. Esperemos que siga así durante muchos días y que se siga acumulando más nieve en sus cumbres. Los paseos blancos son chulísimos y jugar con la nieve es un lujo para la mayoría de los que vivimos en una gran ciudad.

Aquí os esperamos. Tiritando de ganas de leeros.

Abrazos.


jueves, 28 de marzo de 2024

03. Aguanieve. Santa


Siempre pasaba unos días en aquel pueblo de Portugal cerca de ninguna parte, Comareira, a los pies del monte Grosso. 

Este año, las aguas de los riachuelos rugen y bajan bravas por donde en el verano no queda más que un lecho seco, que recuerda las gotas de lluvia corriendo, hasta inundarlo todo. Adalberto grabó el paisaje con el móvil.

Al revisar las grabaciones, aparecían unas gruesas gotas de agua casi apunto de ser hielo, suspendidas en las hojas de un Tejo. Aplicó el zoom en una de ellas y aparecía la figura de una mujer. Una mujer que jugaba al escondite entre las Jaras en flor, sonreía a alguien, a quien ofrecía su mano en el siguiente plano. Después un hombre, cogía la mano de ella, sus miradas en el otro, poco a poco hasta juntar sus bocas.


Dio al pause, la reproducción se congeló; pero en la gota ampliada la mujer de pelo rubio peinada a lo garson jugaba al escondite entre los arboles con un hombre. Un beso al cobijo de robles centenarios, sonríen, ella le susurra al oido que le haga el amor. En segundos yacen medio desnudos en la hierba. Ella le muerde el labio como si fuese un bizcocho de limón y marca sus uñas en el costado de El, cuando entra en ella dulcemente, con el deseo desbocado en cada poro de la piel.


Una lágrima resbala por la mejilla de Adalberto. Mira por la ventana. En las laderas del monte Grosso aparece un manto blanco.

Vuelve al portátil, pulsa play, las hojas de Tejo se mueven; pero no está Renata caminando desnuda hacia la cocina, ni el hombre; El mismo desnudo, veinte y dos años atrás.


En la imagen, las gotas de lluvia son copos de nieve suaves, ligeros, perennes; recuerdos.

02. Nieve para Bruno. Julián Rumbero

Abuelo, necesito nieve. 

¿Y eso? ¡Vivimos en un desierto!, los turistas vienen a ver los duelos entre pistoleros.

Pero nevó en Abrucena.

Porque está en las faldas de Sierra Nevada. ¿A qué viene ese interés?

No es por mí, es por Bruno.

¿Bruno?

¡Jolin, abuelo! Lo conocimos este sábado. 

Recordó el espectáculo del Far West, cerca de Tabernas. ¿No me digas que te acuerdas de los nombres de los bandoleros?

Bruno no es de esos. Es un oso.

Al hombre no le sorprende la proverbial imaginación de su nieta, viene de familia dice siempre Paula, su hija, y cae en la cuenta de que visitaron un zoo, con cebras y jirafas. 

            ¡Espera!, exclama el abuelo. Te quedaste atrás, ¿Hablabas con él, verdad? Sí y me dijo que comen mucho en otoño. Luego se refugian en una cueva y duermen gran parte del invierno. La nieve les obliga a ello. Pero si en Tabernas no hay nieve, por qué hay un oso. 

Necesitaremos la ayuda de Emelita, le dijo su abuelo. La mujer vende algodón de azúcar en las ferias. No es nieve, pero es dulce y a los osos les gusta mucho la miel, fue lo que se le ocurrió entonces. Algo se nos ocurrirá. Incluso podríamos decírselo a Águila Jorobada, hace de indio apache en el poblado. Tú no te preocupes.

Y Noelia sonríe. Ya sabía que su abuelo entendería su pesar.

martes, 19 de marzo de 2024

01. El muñeco de nieve asesino. Epífisis

En mi pueblo hace mucho frío y el invierno dura muchos meses.

Cuando la nieve cubre las calles los únicos que salen a jugar son los niños.

Desde diciembre, el manto de nieve ha aparecido teñido en rojo en ocho ocasiones. Me encanta el contraste.

Mi condición de ser el propietario del colmado, en el cual, además de los aceites, arenques y legumbres, vendo también chuches, me exime, de ser considerado sospechoso.

También me sirve para llevarme bien con ellos. La promesa de un buen puñado de chuches me ha alegrado la vida muchas veces.

Nunca se ha encontrado el arma asesina.

Después de una semana de sol, ha empezado a nevar.

Tengo que esperar uno o dos días y CUANDO EMPIEZAN A CRECER CARÁMBANOS en el porche de detrás, elijo el más afilado, cojo un puñado de golosinas y salgo a la calle.




sábado, 2 de marzo de 2024

Marzo: llega la nieve, las nevadas, los copos....

 En marzo vamos a rebozarnos en nieve. Aunque haga frío, aunque esté helada, vamos a revolcarnos y a tirarnos bolas sin piedad ninguna, con ganas y muchas risas. Porque este fin de semana está nevando de nuevo, hace frío, viento y casi hay que celebrarlo. Así que, sin pensarlo y sin pereza, vámonos a disfrutar de estos días gélidos, que cada vez son más escasos, raros y dispersos.

Los que somos de una gran ciudad tenemos que ir a buscarla al monte, porque más abajo de los tejados,  no la vemos. Pero los que sois de zonas montañosas podéis dejar vuestras huellas en ella todos los días, como los antiguos dinosaurios en el barro fosilizado. ¡Qué suerte tenéis! ¿Por qué no nos lo contáis? Qué se siente cuando puede ver todos los días del invierno el paisaje blanco, las huellas de los animales que anduvieron por la noche, el crujido de los pasos ajenos?

Aquí solo vivimos la nieve en la Filomena y fue increíblemente incómodo y hermoso, al mismo tiempo. Se pararon los transportes, la circulación, casi casi la vida entera, pero los niños jugaron con ella y ella se dejó tocar, mansamente, por manos que desconocía.

Esperamos, bien abrigados, vuestras historias blancas, al amor de la lumbre.

lunes, 26 de febrero de 2024

07. Fuertes rachas de viento. Alicia del Caz López

Tras el telediario, Sara ve el tiempo en televisión. Mientras, cena: ensalada de bolsa y jamón york; desde que se sienta sola en la mesa, le da pereza cocinar.

La borrasca Héctor llena el mapa de círculos azules concéntricos y el epicentro… Sara sabe bien dónde está el epicentro, en los últimos días ha notado todos sus efectos, primero el frío y las lluvias ahora, según indica Mónica López en pantalla, es el momento de las fuertes rachas de viento.

El móvil vibra sobre la mesa, se lo piensa, quizás es mejor esperar a que se calme un poco el tiempo. Continúa vibrando y, finalmente, desliza el botón verde hacia arriba.

—Hola. Dime. —Los telespectadores han enviado fotos de cielos cubiertos, pero aún tranquilos.

Hablan de logística, de llaves y de cajas de libros. Sara se levanta de la silla, necesita caminar mientras habla. En la pantalla indican con la mano la dirección de los vientos que se acercan.

Sara se lleva la mano a la cabeza, no se puede creer lo que está oyendo, culpas, reproches, ella también levanta la voz, se mueve con rapidez. La previsión ha acertado. Cuando no aguanta más, pulsa el botón rojo del teléfono, suena un portazo. Es hora de cerrar ventanas.

Sara se deja caer en el sofá y piensa en la última borrasca, la borrasca Daniel, de eso hace ya ocho años. En televisión hablan de evitar damnificados, Sara sabe que, como la otra vez, ahora también los habrá.


06. Fabriciano y el aire. Gema Herráez

Decían que le había dado un aire maligno en la era mientras aventaba el grano. Desde ese día Fabriciano dejó de hablar y no contestaba ni al médico ni a su familia. Abría la boca pero solo salía aire. Era como si el aire se le hubiera metido dentro, como si le hubiera colonizado. De vez en cuando, sin que nadie le hablara, expulsaba bocanadas de aire que silbaban con cierto ritmo. Parecía que el aire intentara comunicarse.


Había en el pueblo un curandero al que acudían gentes de toda la comarca, con la fe de la desesperación, para que les curara de distintas dolencias. Llevaron a Fabriciano al curandero. Cual experto en exorcismos, les dijo que estaba poseído y que la única forma de que expulsara ese aire sería con otro aire benigno.  “¿Y dónde encontramos los aires benignos?”, preguntó la familia. “Ellos le encontrarán a él”, dijo el curandero.


Fabriciano abrió la boca y rugió expulsando un vendaval que revolvió los papeles de la mesa. Fue como si el aire protestara por lo que escuchó.


Pasaron semanas, meses y años y el aire benigno nunca llegó. Con el tiempo  la gente acabó acostumbrándose a Fabriciano y a su forma de hablar ventosa e incluso  llegaron a entender lo que decía. Parece que el aire que lo poseyó, a la postre, no era maligno. Tan solo quería asentarse y convivir entre la gente como uno más.

jueves, 8 de febrero de 2024

05. Mare Nostrum. Santa

Antes que el tiempo indiferente

se lleve estas palabras;

dáselas a la tormenta.

 

Yo iré desangrado en recuerdos

con la piel entre líneas,

en el ojo de la arteria,

donde se junta la sangre con la lluvia.

 

Tú, estrella caída en el mar,

que habitas en el deshielo,

en el abismo de unos labios,

donde nacen todas las sonrisas.

 

Cómo huir de este viento!

que te arrastra entre olas

hasta el faro de tus ojos.

Y rompen los cuerpos

cada amanecer

en mil luciérnagas de colores.





miércoles, 7 de febrero de 2024

04. El maestro babiano

Según Catón el Censor, el cierzo es viento capaz de derribar hombres armados y carretas. A Belarmino más bien lo acomodó en su abrazo y lo llevó de viaje. Se dice que le acompañaba el primer acordeón del país. Como aquella cuncuna era aire también en sus fuelles, viajó por su cuenta desde algún puerto mediterráneo donde un alemán lo olvidó. La Tramontana del Ampurdán, primero, y luego el cierzo aragonés, los llevaron hasta las tierras de Babia.

Belarmino era grande y fornido. Aunque exageraba cuando decía que el oso le huía porque, aunque se alzara en sus patas traseras, él le superaba la sombra. Hablaba fuerte aunque se dulcificaba con prudencia y acierto cuando llegaban las nieves, se guardaba el ganado, y entonces Belarmino vestía su traje de pana, anudaba una bufanda, ponía boina y con el acordeón a la espalda, cogía su cayado con cabeza de cuélebre, y cruzaba las montañas hasta el mercado de los maestros en Gera, Tineo, donde se ofrecía a enseñar castellano a niñas y niños dados a los modismos del bable. Reunía a la infancia en una cuadra, bajo un hórreo, en la sacristía de la iglesia, que eso sí había, aunque ninguna escuela, y les hablaba de las cuatro reglas o del catecismo del jesuita Astete.

Y decían que su voz era ventarrón mojado en vino caliente.

viernes, 19 de enero de 2024

03. Duelo bajo el arcoíris. Epífisis

Al fondo de la calle y en el horizonte se dibuja un arco iris espectacular y un telón de nubarrones negros que no presagian nada bueno.

El sonido de las contraventanas de madera al cerrarse, apresura el paso de los pocos habitantes del poblado que van desapareciendo del barrizal.

Un perro esquelético se enfrenta a una aulaga enorme, que intenta tragárselo, su ladrido es muy agudo.

Cuesta despegar las botas del lodo, las espuelas no tintinean, echa a andar hacia donde está su destino, enmarcado por los siete colores y abierto de piernas.

Mientras camina piensa en su mujer y en sus hijas que ha dejado en el rancho, preocupadas, pues les ha dicho que no sabe si volverá.

Al pasar delante del Saloon, un sonido de puertas batientes le hace volverse con el revólver en la mano temiendo el ataque de algún despechado, no, un borracho que al verle se mete dentro.

Cada vez está más cerca, aprecia sus pistoleras caídas, su pantalón vaquero ajustado y abultado por debajo del cinturón.

Los rizos esconden su mirada y su cara, una cerilla entre sus labios.

Se planta delante, le quita el mixto con la mano y le besa apasionadamente.



lunes, 8 de enero de 2024

02. Aires de familia. Rosa Molina

A mi hermano, de pequeño, le entró un tornado por un oído. Giró durante días hasta que, de pronto, se detuvo, despeinado, los ojos rojos y un aire de superioridad que se huracanaba al enfadarse. Por eso comíamos viendo la tele, para no discutir, ni ver volar la comida, ni oír estrellarse los platos. Pero pronto dejamos de temerle. Mi madre lo enojaba para secarse el pelo y mi padre para probar sus maquetas de aeromodelismo. Yo le llevaba a volar mis cometas en la playa. Luego le miraba cabalgar las olas que le lanzaba la feroz tramontana, agarrado a su tabla de surf como el monzón a su nube. Después le cogía en brazos, volátil como una burbuja cuando, agotado, se derrumbaba en la arena con el último rayo de luz.


Cuando le noto triste duermo con chubasquero y atado a la cama. Me aterran sus pesadillas.


sábado, 6 de enero de 2024

01. Propósitos de comienzo de año. Ana Cris Sánchez

Os confieso que no soy muy amante de los buenos propósitos, creo más en una vida equilibrada en la que cada vez vayamos poniéndonos metas alcanzables que nos ayuden a mejorar.


Pero bien es verdad, que hay temporadas que hacen desviarnos un poquito (o a veces un muchito) de nuestros buenos hábitos y es el momento de hacer algo para no dejarnos arrastrar y dar la vuelta a esa espiral que puede llegar a ser un poco destructiva.


¿El por qué y la finalidad de ese propósito?


Porque todo lo que me he propuesto me ayuda a ser un poquito más la persona que quiero ser, me ayudan a mejorar mi vida, mi trabajo, mi salud y mis relaciones personales…y eso me da la fuerza la motivación que necesito. Ser esa persona me hace sentirme feliz y orgullosa de lo que soy y de lo que quiero ser…


En el año nuevo, no luches contra tus deseos, simplemente reoriéntalos


Nos proponemos un sin fin de cambios en nuestra vida en estas fechas con la sensación de “sacrificio”. Dejar de comer dulces, hacer más ejercicio, ver menos Netflix, etc…Lo abordamos desde un espíritu de sacrificio, de dejar de hacer lo que nos gusta para hacer lo que deberíamos. Si algo me ha enseñado la vida es que luchar contra nuestros deseos, es una batalla perdida. Por tanto, ¿por qué no mejor entonces cambiamos la dirección de nuestros deseos?


Lo primero que haría con esa lista de propósitos sería eliminar cualquier sentimiento de lucha


Reevaluaría el motivo de mis objetivos, me refiero, a ver cuál es la razón auténtica por la que quiero cambiar algo en mi vida. Y cuando sepa cuál es, agarrarme fuerte a lo que me hace sentir. Seguro que descubro sensaciones de felicidad, orgullo, alegría.


Me sentiría orgullosa de cada paso que estoy dando en la dirección que quiero dar y felicitarme por ello. No nos tenemos que agobiar si no podemos con todos los cambios de golpe. Somos seres de costumbres y requiere tiempo cambiar ciertos patrones.


Establecería planes y estrategias para que me ayudarán a conseguirlo.


Analizaría y observaría si puedo con todos ellos o primero haría unos y luego haría el resto para no agobiarme.


Y, por último, no dejaría de disfrutar de todas las cosas buenas y bonitas que pasan en la vida por muy fea que se torne a veces.


En Costa Rica tienen una expresión que utilizan para todo y es PURA VIDA.

¡Pura vida! al saludar, al despedirse, al dar las gracias, para saber cómo estás… ¡Pura vida! para celebrar los logros y sobrellevar los fracasos…

En fin, creo que es algo sencillamente maravilloso, que pase lo que pase, la vida, la pura vida, está ahí, para mostrarnos lo maravilloso que es estar vivo, para llevar la atención a lo importante, para disfrutar de las pequeñas cosas y los pequeños placeres y no dejarnos llevar por todas las preocupaciones mentales que nos generamos en el día a día y que no son la vida.

Pura vida! para celebrar los logros y sobrellevar los fracasos…


“Nosotros mismos podemos construirnos el muro más alto del mundo o el mejor impulso que necesitamos.”

FELIZ AÑO 2024 Y NUEVAS PROPUESTAS

Ya estamos de vuelta. Después de tantos días de comilonas, fiestas y reuniones familiares, volvemos a la cotidianidad de los días crecientes, los menús normales, los paseos sin prisas. 

Este año queremos proponeros unos temas "naturales", es decir, temas que tienen que ver con los fenómenos atmosféricos, esos que todos los días vemos, sentimos, sufrimos y configuran el paisaje en el que vivimos. A ver qué os parecen:

Enero-febrero: viento, aire, ventarrón, vendaval, ventisca, galerna, cierzo, corriente, huracán, tornado, ciclón

Marzo: Nieve, nevada, nevasca, nevazo, nevisca, ventisca

Abril: Frío, fresco, gélido, helado, congelado, glacial, álgido

Mayo: Lluvia, precipitación, aguacero, chaparrón, chubasco, tromba, diluvio, calabobos, orvallo, sirimiri

Junio: Nubes, nubarrón, nublado, nublo, estrato, nimbo, cirro

Julio-agosto: Sol, calor, canícula, verano, estío

Septiembre: Huracán, tempestad, tormenta, borrasca, turbión, aguacero, ventisca, terremoto, catástrofe

Octubre: Niebla, bruma, neblina, nebulosidad, calma, humo, dorondón, cerrazón.

Noviembre: calma, bonanza, escampada, serenidad, apacibilidad, clara, paz, tranquilidad, quietud, reposo

Diciembre: Hielo, helada, escarcha

Os dejamos un montón de sinónimos para que os sea más fácil y os llegue antes la inspiración.

Ya estamos deseando leeros. Ah, recordad, no más de 300 palabras.